miércoles, 17 de junio de 2009

Relato lesbico, la chica de la casa se lo monta con su jefa

Buenos dias, antes de nada decir que conoci tu página por la señora de la casa, que espero lea mi relato, guardare mi identidad y la de ella en privado, mi nombre será Anais y el de ella, Vero, ambos ficticios por motivos obvios, por favor, corrijan las posibles faltas de ortografia pues soy extranjera, aunque llevo 8 años en España.

Como decía, yo soy una chica brasileña, de 33 años, vine a España con una falsa promesa de trabajo, pero conseguí librarme de prostituirme y conseguí trabajo en casa de una señora a las afueras de Madrid, ella me trato siempre muy bien y me ayudo a hacer todos los papeles de inmigración. La historia que voy a contar es 100% real y en ocasiones, tenemos relaciones, ella es casada y con hijos, pero dice que le doy mucho morbo...

Todo empezó una mañana, yo nunca había tenido relaciones con otra mujer, aunque he de reconocer que siempre he sentido curiosidad por tener una relación lésbica, yo soy morena, de piel morena, de poco más de 1,50 de altura y de aspecto delgado, mis ojos son oscuros, mis labios grandes y mis pechos, pequeños pero bien firmes, y por ahí empezó mi aventura, una mañana, estaba yo en la cocina planchando y la señora bajó en albornoz a ponerse su desayuno, se sentó en frente de dónde yo planchaba, crei que iba desnuda y eso me excito, tanto, que mis pezones se pusieron como una piedra y se me notaban y mucho, ella se percató de ello y dejo entrever un pecho del albornoz, yo estaba muy caliente, me estaba provocando la señora, y no sabía cómo actuar, pensé que cualquier movimiento en falso podría suponer mi despido. El pecho que se le veía o mejor, entreveia, me permitía distinguir un pezón también erecto, sus pechos eran bastante más grandes que los mios, y, para su edad, en torno a 50, parecia que tenia las tetas bastante firmes, yo, como decía, estaba muy caliente, así que lo que hice fue ver hasta dónde podía llegar la situación, haciendo cómo que ordenaba cosas, me agache varias veces al lado de ella en los armarios, eso dejaba ver mi tanguita y creo que algo de mi culo, lo hice un par de veces y ella parecia curiosa, porque me giré y una de las veces apartó la vista cuando la sorprendí mirando, eso me puso a 1000, notaba mi coñito mojado y con ganas de fiesta. Volví a la plancha y en un descuido dejé caer al lado suyo un calcetín, se agachó y pude ver sus dos pechos, esta vez fué ella la que me sorprendió con la mirada clavada en sus tetas, y me dijo "¿parece que te gusta lo que ves no?", dije un escueto "bueno, si" ella me dijo, "Anais, no hace falta que me mientas, tienes los pezones como piedras, eso puede ser, porque me tengas miedo o porque estés excitada" y lo dijo acercándose a mi y dejando caer su albornoz, dejó al descubierto un precioso cuerpo, sólo cubierto por un tanga blanco transparente que dejaba ver una bien cuidad mata de pelo negro. Yo solo pude decir "señora", habia llegado hasta mi y me acariciaba suavemente los pezones con ambas manos sobre mi camiseta, creí que iba a morir y me dijo "¿me enseñarás algo más?"y comenzó a bajar su mano hacia mi pantalón y me acercó los labios y me beso, yo cerré la boca, pero su lengua pronto encontró el camino y me entregué a ella, me hizo poner mis manos sobre la tabla de planchar y de espaldas, me quitó la camiseta y soltó mi sujetador, pude sentir sus pezones sobre mi espalda desnuda, entonces pasó a la acción, con su manó comenzó a soltarme los botones del pantalón, muy despació, mientras sentía su lengua y respiración recorrer mi cuello primero y luego deslizarse por mi espalda hacia mi culo a la vez que bajaba mis pantalones. Jugueteó con mi culo, dandome mordisquitos, apartando con su lengua el hilo de mi tanga y, finalmente, dándome la vuelta y diciendome "vamos a jugar", y nos tumbamos ambas desnudas en el frio suelo de la cocina, entregadas a una pasión sin límites, probé sus jugos, me encantó el sabor medio amargo de su chocho húmedo, ella también me comió y ambas nos corrimos varias veces a gritos en la cocina, creo que lo repetiremos más a menudo...

NOTA: Vídeo meramente ilustrativo sin relación con la autora del relato.