martes, 25 de noviembre de 2008

Relato: El tanga de caramelos, dulce tentación

tanga de caramelo
Mi nombre es Pilar, treintañera y ninfomana, si, no tengo por qué ocultarlo, soy bisexual y disfruto de lo lindo con el sexo, esta historia que os voy a contar sucedió hace unos meses con una compañera de la oficina, llamada Lucia, ella y yo nos llevamos fenomenal desde que entro unos dos meses antes de este día que os cuento.

Ella es alta, de pelo largo, cuerpo fuerte y bien formado del gimnasio, de pecho, normal, una 85 cómo yo, lo que más me llama la atención es su trasero, cuando viste pantalon, siempre ajustado, deja entrever siempre unos tangas muy sexys, los tios en la oficina están cachondos con ella (y a mi también me atrae bastante)... bueno, al grano.

Todo sucedio una noche en que celebrabamos el lanzamiento de una nueva linea de producto en la empresa, y se nos dió una cena a todo el equipo, era un jueves y al día siguiente había que volver a ir a trabajar, yo me senté al lado de Lucía toda la cena, y la verdad es que no paramos de beber vino y contarnos nuestras cosas. Tras la cena, algunos se fueron a sus casas y nos quedamos Lucia, Nacho y yo, que nos fuimos de copas a un bar cercano, el caso es que estabamos los tres bastante borrachos y yo me fui al baño, cuando salí, me encontré a Lucia llorosa y no veía a Nacho por ningún lado, me dijo que se había intentado propasar con ella y que al negarse, la había insultado y se había ido. Yo la dije que no se preocupara, que hay mucho cabrón suelto y bla, bla, bla, nos terminamos la copa y la dije que la acompañaba a casa, cogimos un taxi y al llegar allí me dijo que le daba miedo después de lo ocurrido quedarse sóla y, que si no me importaba quedarme en su casa esa noche, accedí, pagamos el taxi y subimos...

Ya arriba, me ofreció otra copa que no rechace y me dijo que se iba a poner cómoda, que fuera con ella que me prestaba un pijama, fuimos a su dormitorio, con cama de matrimonio (aunque es soltera), saco dos pijamas y procedimos a desnudarnos, entonces ocurrió, su ropa interior eran un tanga y un sujetador de caramelos, me eche a reir y ella también, no se había acordado de que los llevaba puestos. ¿le pregunte si eran caramelos de verdad, estan buenos? y me dijo ¿quieres probarlos? eso me puso a 100, le dije que sí, me acerque a ella y le dije ¿por dónde empiezo? y ella, sin decir nada, acerco uno de sus pechos, cubierto por el sujetador", intentaba mordiquearlo hasta que enganché uno, su pezón rozaba mis labios, notaba cómo se estaba poniendo cachonda y con mi otra mano, busque su coñito, hice con un dedo hueco entre las tiras de caramelo de la braguita y toqué su humedad, le metí un dedo, ella suspiraba, lo saque y le dije, "prueba", chupo sus propios jugos, y luego me morreó, caimos en la cama y empecé a comerla el coño, sabia riquisimo buscarlo entre las tiritas del tanga, ella no paraba de respirar entre jadeos y animarme, cuando se corrió, el tanga estaba medio derretido entre mis babas, sus jugos y el calor, entonces me dijo, tengo otros juguetitos, saco un consolador negro de la mesilla, sin decirme nada me dió la vuelta y me puso a cuatro patas, se tumbo debajo y empezó a metermelo y a chuparme hasta que tuve un fenomenal orgasmo. Me lo saco y me dijó, mira como lo has dejado, habrá que limpiarlo, y se lo metió en la boca, eso volvió a encenderme y estuvimos jugando toda la noche...

Desde entonces vivimos juntas, somos pareja y nos encanta todo lo relacionado con el sexo, a Nacho le echaron de la empresa hace poco y yo, la verdad, no le guardo ningún rencor pues me abrió las puertas de Lucia...

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